A lo largo de la historia han existido pequeños o grandes cismas en la Iglesia, los más conocidos son los llevados a cabo por Enrique VIII en Inglaterra, Martín Lutero en Alemania y Juan Calvino en Suiza, cismas que han recibido el nombre de reformas y han desmembrado el cuerpo de Cristo, a la Santa Madre Iglesia Católica, con su sede principal en Roma.
Dentro de este grupo de cismáticos se encuentran algunos grupos que siguen realizando rituales similares a los de la Iglesia Católica, ya sea el Vetus Ordo Missae o el Novus Ordo Missae, entre ellos encontramos los "lefebvristas" (Fraternidad Sacerdotal San Pío X), algunas que se denominan en sus respectivos países "iglesia católica nacional" y la "iglesia católica antigua" (veterocatólicos), quienes en algunas ocasiones son honestos y se presentan como históricamente se identifican, pero que en algunas veces se presentan como católicos romanos, engañando normalmente a los fieles de más bajo nivel cultural, para así llevarlos a sus filas, arrastrándolos, tarde o temprano, a aceptar sus doctrinas casi siempre contrarias a la fe católica romana, convirtiéndoles no sólo en cismáticos, sino en herejes.
Lo anterior para contarles una anécdota que me pasó en los últimos meses, y que tuvo su culmen en días pasados. Yo soy servidor de la Renovación Carismática Católica en la ciudad de Barranquilla, a finales del mes de mayo fui invitado a realizar una charla virtual por el Facebook Live de la RCC Barranquilla, esta conferencia la vio un contacto en Facebook (Juan Carlos Guzmán, nombre cambiado para proteger la identidad de la persona), que en el año 2007 se hospedó como peregrino misionero en la Semana Santa en mi casa; Juan Carlos me llamó y me habló de un grupo de oración que estaba dirigiendo de manera virtual, en la que estaban participando personas de todo el país, les soy sincero, no me conectaba seguido, sin embargo, Juan Carlos me pedía que le ayudara con los cantos de la Eucaristía virtual y con algunos cantos marianos cuando la reunión era el rezo del Santo Rosario.
A principio de este año Juan Carlos habló de la intención de hacer un retiro con todos nosotros de manera presencial en su ciudad de residencia, en una vereda que pertenece a esta ciudad, en una casa finca de retiros, para ello se realizó una rifa para recoger los fondos de sostenimiento de dicho retiro; y, llegó el día esperado, viajamos personas de Barranquilla, Bogotá y Quibdó, en total asistimos 12 integrantes.
Debo decir que el retiro estuvo muy bien organizado, lo cual en su objetivo era la sanación y liberación de nuestros corazones por medio de los Sagrados Corazones de Jesús y María, pero las sospechas de engaño empezaron cuando en algunas partes de la Eucaristía empecé a evidenciar que estas no se acomodaban al rito latino de la Santa Misa, por ejemplo, en el momento penitencial el sacerdote en su oración extendiendo las manos hacia el pueblo decía perdonar los pecados veniales y mortales confesados y no confesados, confundiendo a la gente, y llevando a algunos a tomar la decisión de comulgar estando aún en pecado mortal, a eso sumado algunas herejías dentro de sus homilías, como decir que a nosotros no nos debe importar si la Virgen María fue o no fue virgen después del nacimiento de Jesús, que lo único que nos debería importar es su sí, su fiat, negando de esta manera el dogma de la virginidad perpetua de la Santísima Virgen María, y así, otras “cositas” más que iban saliendo a flote.
En uno de los días del retiro le pregunté a Juan Carlos si esta comunidad que organizó el retiro, era católica romana, si estaban en comunión con el Papa Francisco, algo que me confirmó diciendo que sí, que hasta fueron a la misa papal cuando el pontífice visitó Colombia en el año 2017, cosa que me tranquilizó, sumado a esto el sacerdote en la plegaria eucarística mencionaba “por el Papa Francisco”, sin embargo, me llamó mucho la atención que cuando mencionaba al obispo, no era el de la Arquidiócesis de Medellín.
El último día de retiro, Juan Carlos reprodujo un mensaje en el que el obispo nos saludaba feliz de que hubiéramos participado, no recuerdo muy bien el cuerpo del mensaje, porque cuando él se presentó lo que hice fue aprenderme su nombre y buscar inmediatamente en internet (en ese momento tenía a la mano mi móvil), ¡y vaya triste sorpresa! El obispo y sus sacerdotes, incluido el que estaba dirigiendo el retiro y el que participaba en el grupo de oración virtual, son integrantes de la Iglesia Católica Antigua (veterocatólicos), y haciendo un stalkeo de uno de ellos por su cuenta de Facebook, descubrí que es casado y tiene hijos, algo que en dicha iglesia le permiten a sus sacerdotes.
El título de este artículo es este, y no otro, ya que yo me preguntaba el por qué Dios permitió que yo viajara a ese retiro, realizado sobre “renglones torcidos”, si esta comunidad no está en comunión con Su Cuerpo, y precisamente hoy, que hablaba con algunas personas que asistieron engañadas al retiro, una de ellas me dijo, “estás cumpliendo una de las funciones del profeta, denunciar”. Yo, no soy nada, no soy nadie, pero el Señor nuestro Dios, me utilizó como instrumento para “escribir derecho”, en esos renglones torcidos, y avisar a los suyos del lugar donde estaban.
Para terminar, y por si acaso algún líder de esta iglesia, o de cualquier otra, llámese anglicano, lefebvrista, luterano, etc., me está leyendo, lo invito a que siempre hable con la verdad desde el principio, y que no engañe a la gente, ya cada quien, a conciencia y libremente decidirá si van a sus cultos, pero engañadas no, corren el riesgo de que el buen Dios, dé la pelea por esas almas.
Cisma (del griego schisma, separación, división) es, en el lenguaje de la teología y el derecho canónico, la ruptura de la unidad y unión eclesiásticas, i.e. ya sea el acto por el cual uno de los fieles corta los vínculos que le unen a la organización social de la Iglesia y que le hacen miembro del cuerpo místico de Cristo, o el estado de disociación o separación que resulta de dicho acto.
Es importante seguir poniendo en evidencia este tipo de rituales. Antes quizá no nos dábamos cuentas o era poco frecuente encontrar personas de otras sectas haciéndose pasar por sacerdotes Católicos Romanos pero a raíz de la pandemia esto se ha desbordado. Yo soy colombiana del departamento de Atlántico de un pueblo cerca a Barranquilla y he escuchado de un supuesto "sacerdote " que da la Misa en las casas. Muchas personas caen engañadas pensando que es Católico Romano. Muchas gracias por compartir esta anécdota.
Gracias por este artículo. Desde hace tiempo me ha pasado de sospechar que hay algo "raro" en grupos o personas que se autodenominan "católicos verdaderos", "católicos nacionales" y de la Fraternidad sacerdotal San Pio X (ésto último lo desconocía.) Abundan en las redes sociales y plataformas audiovisuales; y para quien sabe poco (como yo) se hace difícil detectarlos porque se enmascaran. Pero ahora he aprendido algo más. Muchas gracias ♥
Gracias hermano Johnatan E.
Por denunciar estos hechos, que deben servir para alertar a la comunidad católica romana y que tenemos como guía espiritual al Papa Francisco, para no caer en esas sectas. Porque eso son, sectas separadas de la Única Iglesia Católica Apostólica y Romana.