LA HISTORIA
¡Hola! Soy Angie la chica que inició con Eco Evangelii. Me apasiona mi fe católica, cantar, leer y escribir. Me gradué de la universidad en el 2015 como Licenciada en Turismo. Pero, no quiero aburrirte con toda esta historia, puedes leer mi testimonio aquí.
Pienso que el mundo es un campo misionero y fuimos colocados aquí para plantar, cultivar y florecer, pero quizás no siempre las tres.
Eco evangelii nace de la creencia de que nacimos para mucho más de lo que podríamos imaginar. Capturamos esta visión al instante pero nuestra misión es vivirla más plenamente todos los días. Es un hecho conocido que ninguno de nosotros puede crecer a las capacidades que debemos hacer por nosotros mismos, ¡y qué mejor manera de hacerlo que tener tantos compañeros en el viaje como sea posible!
¿Qué pasaría si creáramos un espacio donde no solo pudiéramos ayudarnos unos a otros a esforzarnos por ser mejores hijos de Dios, sino ayudar a cualquiera? ¿Y todos en este mismo viaje loco a la santidad? ¿Qué pasa si creamos un espacio para una verdadera comunidad digital, para aquellos que no tienen un «socio» responsable? Un lugar donde todos en sus líos pueden sentirse no solo vistos sino amados en medio de ellos; y un lugar donde se pueden contar historias de gloria para que todos las escuchen (o lean) y celebren. Un lugar donde las palabras, las lecciones, el dolor de corazón, las victorias, los peldaños y todo lo que se encuentre en el medio se pueden sacar a la luz y abrazar. Me encantó y de eso trata este pequeño rincón en la web.
Este sitio web, a través de la ayuda del mismo Dios, sirve como un lugar para que los jóvenes (y no tan jóvenes) católicos sean constantemente inspirados y sostenidos por El Amor a través de las Escrituras, nuestras propias palabras y nuestro arte.
Queremos alentarlos y ayudarlos a convertirse en las mejores versiones de ustedes mismos, inspirarlos a descubrir sus dones y vivir una vida agradable al Señor, al compartir recursos útiles y hermosas verdades. Lo que aprendemos en nuestros viajes, queremos transmitirlo en el tuyo; ¡y luego queremos que compartas ese conocimiento con otros!
Ya sea que necesites un «socio» responsable para mejorar tu vida de oración, aliento para recibir los Sacramentos o, en última instancia, el recordatorio siempre importante de darte la gracia de ser gentil en el viaje, estamos aquí para ayudarte. El blog es tuyo: para darte un abrazo electrónico, hacerte reír, darte un espacio para llorar, motivarte para que hagas lo mejor, seas mejor y para recordarte lo que vales. Estamos aquí para servir a Dios primero, y a ti en segundo lugar (espero que no te importe ser el segundo lugar en este escenario, pero estamos seguros de que lo comprendes).
Así que si te agrada la idea, estaríamos absolutamente felices de que te unas a nosotros en nuestro esfuerzo por crecer en la virtud, hermandad y amor por el Señor (independientemente de lo que elijas, puedes apostar que estaremos orando por ti).
Llevemos más almas a Dios, juntos.
Con cariño,
Angie Menes.